Montse Arribas, delegada de PRL de CSIF, ha participado esta semana en una tertulia en Radio Voz en la que se abordó la problemática existente en las residencias de mayores, con especial atención al caso de la residencia del Meixoeiro, en Vigo, donde el cambio en el perfil de las personas residentes no ha venido acompañado de una adaptación del modelo asistencial ni de los recursos necesarios.

Según Arribas, hasta el 50 % de las personas ingresadas presentan perfiles de emergencia social, con adicciones y pluripatologías, lo que está generando un clima de inseguridad, miedo y riesgo tanto para los mayores como para las trabajadoras.

Durante su intervención, Arribas subrayó que CSIF no se opone a la atención de estas personas ni pretende estigmatizarlas, pero sí exige “medidas adecuadas para poder atenderlas con dignidad y seguridad”. Denunció que la residencia sigue funcionando con un modelo pensado para personas mayores, sin terapias específicas de salud mental, rehabilitación ni programas adaptados para residentes jóvenes obligados a permanecer en el centro por orden judicial, muchos de los cuales rechazan el tratamiento y abandonan el recinto de forma intermitente.

La representante sindical alertó de situaciones de consumo de alcohol y drogas dentro y fuera del centro, episodios de trapicheo, agresiones y amenazas que generan un elevado riesgo psicosocial. Arribas trasladó la preocupación de las familias y de los propios mayores, que manifiestan miedo a moverse por la residencia, especialmente durante la noche, y recordó que las trabajadoras “no pueden seguir desempeñando su labor con miedo ni siendo el único sostén emocional de personas mayores que deberían vivir esta etapa con tranquilidad”.

En relación con las quejas presentadas, Arribas indicó que existen denuncias internas y testimonios de familias sobre agresiones, sin que se conozcan medidas eficaces adoptadas por la administración. Rechazó las acusaciones de estigmatización vertidas desde la Xunta y recordó que el personal lleva años atendiendo a personas con patologías psiquiátricas, pero que la situación actual “va mucho más allá” por la edad, la fuerza física y la complejidad de los nuevos perfiles.

Sobre la seguridad y la formación, Arribas explicó que el personal ha recibido cursos básicos de contención y actuación ante agresiones, insuficientes ante la magnitud del problema. Criticó que el servicio de seguridad se limite al control de accesos en horario diurno y recalcó que la solución no pasa únicamente por más vigilancia, sino por “más personal, atención personalizada y recursos terapéuticos específicos”.

Finalmente, CSIF reclamó a la Xunta de Galicia un cambio urgente del modelo asistencial, la dotación de más personal y la creación de dispositivos específicos de salud mental y atención social, para evitar que las residencias de mayores sigan utilizándose como una solución de urgencia que pone en riesgo a residentes y trabajadores.

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