CSIF ha reclamado a la Xunta de Galicia la reincorporación de los 1.000 bomberos forestales fijos discontinuos tras activar la situación de alto riesgo en el Servicio de Incendios.
Juan Carlos Rivas, portavoz del CSIF en temas de incendios forestales, reclama al Ejecutivo autonómico que estabilice a estos mil profesionales que se encuentran sin trabajo con contratos fijos discontinuos suspendidos.
No tiene sentido que la Xunta siga sin asumir que el cambio climático provoca una nueva realidad en el monte gallego, y que hace falta tener a la plantilla contratada y operativa todo el año, ante el riesgo de que se produzcan incendios importantes fuera de la temporada del alto riesgo.
De los 2.400 profesionales de la plantilla, unos 1.000 tienen sus contratos suspendidos, además de tener sin cubrir entre 200 y 300 plazas. Esta falta de personal hace que el cuerpo no esté preparado para afrontar imprevistos como esta primera ola, con incendios en varios puntos de las provincias de Lugo y de Ourense. Rivas apunta también que se está poniendo en más riesgo a los compañeros que tienen que acudir a sofocar las llamas, también en casos especialmente delicados como el de Baleira, en el que las lágrimas acecharon a varios núcleos de población.