El Director de Función Pública se esconde detrás del plasma para no contestar a las preguntas de los sindicatos

Barreiro no puede con la presión y decide no admitir preguntas en las mesas de negociación para evitar que se desvelen los planes de incorporación de “una nueva clase” de funcionarios a la Xunta de Galicia.

Después de que durante más de 30 años los “ruegos y preguntas” fuesen un punto fijo del orden del día en todas las mesas de negociación, el Director de Función Pública, José María Barreiro, ha decidido suprimir esta potestad de los sindicatos de un plumazo.

Ya en las tres últimas mesas de negociación, el Director de Función Pública se había negado a abrir el punto de ruegos y preguntas alegando falta de tiempo o motivos de agenda. Sin embargo, en la Mesa de negociación de empleados públicos que tuvo lugar en el día de ayer, interpelado por CSIF, el director afirmó que ya no admitirá más preguntas en directo y que sólo responderá a aquellas cuestiones sindicales que previamente hubieran sido planteadas por escrito. Eso sí, con la advertencia de que tampoco responderá a todas.

Y todo ello, a pesar de que la propia Lofaxga recoge expresamente el derecho de los miembros de los órganos colegiados a formular ruegos y preguntas.

¿Cuál es el motivo? ¿Qué pretende ocultar Función Pública con esta falta de transparencia?

Por un lado, el turno de ruegos y preguntas es utilizado frecuentemente por los sindicatos tanto para cuestionar o poner en tela de juicio determinadas malas prácticas seguidas por Función Pública en materia de personal, como para denunciar retrasos o incumplimientos en los concursos de traslados, carrera profesional, elecciones de destino, etc.

Y muchas de las preguntas formuladas, sobre todo las realizadas por CSIF, resultaban incómodas y provocaban el sonrojo del Director, que solía dar la callada por respuesta.

Las respuestas obtenidas a las preguntas realizadas, o los silencios a las mismas, eran objeto de difusión pública entre los trabajadores a través de los boletines sindicales, lo cual erosionaba la imagen de “buena gestión” que este gobierno pretende dar de sí mismo.

Del mismo modo, las denuncias sindicales echaban por tierra las inversiones económicas en campañas de autobombo en materia de empleo público. Campañas que la Xunta viene haciendo desde hace algún tiempo a través de determinados medios de comunicación a cambio de cuantiosas compensaciones económicas.

Pero, por otro lado, y según pudo conocer CSIF, el gobierno de Galicia pretende “revolucionar” la Administración con la incorporación a la misma en la condición de funcionarios a trabajadores de empresas públicas extinguidas. Pero incorporándolos con unos sueldos que superan en más de 15.000€ anuales a los que perciben los actuales funcionarios de carrera haciendo las mismas funciones.

Una incorporación de una “nueva clase de funcionarios” en la que Función Pública está trabajando como primer paso de otras muchas, y haciéndolo de manera opaca, ocultándoselo deliberadamente a los sindicatos y a los empleados públicos.

Siendo este el escenario, el Director de Función Pública trata a toda costa de evitar que en las Mesas de negociación se pueda abrir cualquier otro debate que no sea el estrictamente referido a los puntos del orden del día establecidos unilateralmente por él mismo. Todo ello con el fin de evitar que los sindicatos y trabajadores de esta Administración sean conocedores del nuevo agravio comparativo que se avecina y del que se beneficiarán directamente miembros del ejecutivo gallego.

*(Habrá ampliación de esta noticia)

Postura de CSIF

CSIF considera intolerable esta nueva modalidad de censura y opacidad impuesta desde Función Pública y hace un llamamiento expreso al resto de fuerzas sindicales para plantar cara de forma unida y decidida.

Por su parte, CSIF anuncia que se mantendrá inexorable en la crítica y denuncia pública de todas aquellas actuaciones de nuestros gobernantes, sean del color que sean, que entienda que se desvíen o soslayen del marco adecuado en el que deban de ejecutarse las políticas de personal. Y, sobre todo, denunciará públicamente todos los casos de desprecio y agravios comparativos que este gobierno pretenda hacer con sus empleados públicos.

A CSIF no le silenciará ningún gobierno, por muchos expedientes de información previa y reservada que el Conselleiro de Facenda pueda incoar a raíz de sus publicaciones…

“Si el mono quiere leña, leña al mono, que es de goma”